Posee tanta importancia desde todo punto de vista que en este acápite se hallan bien localizados uno de los fundamentos de la identidad en cada una de las seis islas y del archipiélago unido en un solo haz.

En el patrimonio histórico se aprecian las transformaciones de la conciencia de ser canario y el permanente interés de integrar con sus características propias el acervo universal de los pueblos del mundo.

La historia canaria aparece en sus calles, iglesias y catedrales como la de Las Palmas de Gran Canaria; cascos históricos como el de Santa Cruz de La Palma o el de Valverde ( El Hierro); casonas señoriales como las de La Laguna ( Tenerife) -declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO-; torres como la del Tostón en El Cotillo ( Fuerteventura) o la del Conde ( La Gomera); fortines como el de San Gabriel ( Lanzarote); cuevas y poblados en los que dejaron sus huellas los aborígenes, como la Cueva Pintada de Gáldar ( Gran Canaria) o Zonzamas en Lanzarote. O los petroglifos como los de la montaña sagrada de Tindaya ( Fuerteventura), los de Garafía ( La Palma) o los de Balos ( Gran Canaria).