Cultura Aborigen .
El origen de los primeros pobladores de las Islas Canarias tiene su punto de partida en el norte de África y presenta, como es natural en este caso, diversos contrastes en el posterior nivel de desarrollo económico y social.
Existen islas como Gran Canaria , por ejemplo, donde temprano se alcanzó cierto desarrollo respecto a la agricultura con relación al resto del archipiélago, mientras las creencias también eran tan variadas como complejas.
El empleo de cuevas como lugar de residencia -y no sólo como albergue de útiles agrícolas o como establo-, sigue siendo una constante en las Islas Canarias, herencia de la cultura aborigen que supo entender las ventajas de excavar las habitaciones en el interior de las montañas cuando los materiales del entorno eran propicios para ello.
Precisamente en Gran Canaria se hallan los mayores poblados integrados casi exclusivamente por casas-cueva, como sucede en Artenara, Cueva Bermeja, en Guayadeque, La Atalaya de Santa Brígida, Hoya de Pineda y varios más.
Este mundo más o menos idílico experimentó un significativo primer choque con la cultura europea a principios del siglo XV.
Con razón se ha dicho que los primeros pobladores de todas las islas tuvieron una cultura similar, pero con el tiempo el aislamiento propició la atomización, aunque siempre quedarán indicios del ya remoto tronco común.