El Habla .
Viene a ser una modalidad de esa gran variedad agrupada en el español del Sur y tiene sus raíces en el habla de los andaluces establecidos desde los primeros años del siglo XV en las conocidas “islas de señorío” (inclúyase Lanzarote, Fuerteventura, El Hierro y La Gomera).
De inmediato ejerció su influencia en otros grupos que en ese entonces formaban la sociedad hispano-canaria que comenzaba a expandirse en toda la geografía del archipiélago.
La primera influencia exterior fue francesa y le siguió otra influencia marcada por los restos guanches que hablaban los aborígenes en las islas cuando el arribo de los castellanos.
Otras pinceladas en el habla fueron introducidas por la abundante población morisca introducida a partir del siglo XV y sometida a severo proyecto de cristianización y castellanización. También debe tenerse en cuenta palabras y vocablos en la lengua andaluza que provienen de la portuguesa, traída por los disímiles grupos que ocuparon sitio en estos lares.
El tiempo ha traído notables cambios fónicos, gramaticales y léxicos del habla en Canarias que se distingue en conjunto del resto del lenguaje hispánico y logra mantener su sello de tradición.