Música.
En sus distintas manifestaciones constituye un sobresaliente capítulo de la cultura canaria, donde particularmente su música tradicional ha evolucionado desde los primeros pobladores en las islas hasta hoy.
Así vemos como todos los patrones que la enriquecen son producto de la particular geografía del archipiélago y la influencia de tres continentes que la han marcado durante siglos.
Naturalmente que el proceso actual de globalización no resulta ajeno cuando se trata de afrontar las diferencias entre lo culto y lo popular. Lo difícil de esta situación es hallar el punto medio.
Los géneros tradicionales más enraizados son muy numerosos y van desde el Barajaste –uno de los legados aborígenes- hasta la Seguidilla y otros que mantienen plena vigencia y devienen orgullo de los canarios.
La amplia variedad musical permite aseverar que existen formas que no se aprecian en el resto de España y muchos se ufanan de los particulares instrumentos que se emplean y hasta de la sugestiva manera de bailar.