El creador canario, una vez atrapado por el noble oficio de escribir, revela las improntas de su tradición intrínseca y en ellos se van formando los parámetros que adquirirán para enriquecer la vocación emprendida.

Penetrar en las raíces permite conocer que el texto literario más antiguo encontrado es una pieza fúnebre. Se trata de una pieza fúnebre, las endechas -cantos líricos- a Guillén Peraza, que fue escrito tras la muerte de éste en 1447.

María Rosa Alonso, legó una bella definición en La literatura en Canarias (del S. XVI al XIX): …la literatura que se cultiva en las islas es, pues, la castellana o la española de Castilla, desde sus momentos de plenitud de la lengua y que, al correr del tiempo, manifestará las naturales características de su idiosincrasia insular, dentro de una literatura regional y es así como se desenvuelve la literatura castellana en Canarias.

El desarrollo es incesante en la poesía, novela, dramaturgia, narrativa, investigaciones filosóficas y otras muchas vertientes impulsadas por afamados o inexpertos escritores imposibles enumerar cuando solo se pretende ofrecer un atisbo de una rama muy vinculada a la identidad nacional.