Nacionalidad.
La autonomía de Islas Canarias fue real a partir de 1982 y llegó casi medio siglo después que el anhelo comenzara a convertirse en hermosa realidad, cuando el archipiélago era habitado por casi millón y medio de personas.
El crecimiento a partir de entonces ha mostrado índices muy alentadores al extremo de multiplicarse por 36 en los primeros 20 años.
El Parlamento ha dictado centenares de leyes al tiempo que crecen los presupuestos, debido al incesante aumento del Producto Interno Bruto que se nutre mayoritariamente de los más de nueve millones de turistas que vienen cada año.
Canarias marca una espiral en otros aspectos de sus galopantes cambios políticos, económicos, sociales y culturales, marcados por el empeño y el quehacer de muchas personas que han echado raíces en unas islas donde se entremezclan lo culto y lo popular para enriquecer constantemente los arraigados sentimientos de nacionalidad de un pueblo muy noble que ama lo que siente y siente lo que ama.